Durante el curso de la enfermedad, sus características deben distinguirse, a saber, hemorroides externas o internos, crónicos o agudos. Hablemos de tal forma de enfermedad como hemorroides externas cuyo tratamiento implica un enfoque integrado.
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Esta enfermedad en la que las personas de la Edad de Trabajo están en el grupo de riesgo, y los factores del desarrollo de las hemorroides externas son:
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estreñimiento, que conduce a un aumento de la presión en el recto y provoca el flujo de sangre a los nodos ya ampliados, como resultado de lo que aumentan y se caen;
- Estilo de vida sedentario e hipododinamia;
- Embarazo y parto;
- Abuso de alcohol.
El desarrollo de la enfermedad se caracteriza por un gradimario, cuando el dolor se detecta primero solo durante la defecación, cuando hay un ajuste o ejercicio, levantando pesas e incluso cuando se tose y estornuda. En las etapas iniciales, los nodos hemorroidales todavía se pueden despertar con los esfuerzos musculares, y luego, cuando ya están constantemente fuera del canal anal, son marcadores de hemorroides crónicos externos con exacerbaciones periódicas y dolorosas. Esta condición se acompaña de sangrado, picazón fuerte, dolor y ayuda, en este caso, solo se puede esperar de dicha intervención quirúrgica como la eliminación de nodos externos.
Tratamiento de las hemorroides externas
Hay varios enfoques en la terapia de esta dolencia, dependiendo de la etapa de desarrollo, el grado de gravedad de las manifestaciones clínicas, así como la presencia de otras enfermedades concomitantes. Todos estos momentos determinan los caminos y los métodos de terapia exitosa, no solo las hemorroides externas, sino también internas. El tratamiento implica un método conservador de drogas utilizando remedios populares. Entre ellos, en primer lugar, la lucha contra el estreñimiento patológico, el uso y el uso regular de las preparaciones antígenucleares en forma de velas, ungüentos, geles y cremas.
Baños de sedimentos recomendados con decoraciones, infusiones, jugos, así como masaje terapéutico y fitoterapia en el hogar, donde muchas personas prefieren tratar la enfermedad, experimentando una vergüenza falsa y muchos inconvenientes en relación con un proctólogo.
Sin embargo, no debe olvidarse que los métodos conservadores son más a menudo temporales, y por lo tanto, por lo tanto, preferencia en la terapia de las hemorroides externas se debe administrar una cirugía mínimamente invasiva.
Cirugía mínimamente invasiva
Las operaciones modernas se caracterizan por dolor menor y un traumatismo bajo, ampliamente utilizado en las primeras etapas de la enfermedad:
- escleroterapia;
- coagulación infrarroja;
- Ligadura de nodos hemorroidales con anillos de goma especiales;
- Genera los nodos hemorroidales bajo el control de la ecografía.
Las técnicas quirúrgicas se utilizan activamente en hospitales especializados, donde tratan con éxito las hemorroides de hoy se ha vuelto posible debido al conocimiento moderno utilizando equipos de alta tecnología. El período abreviado de permanencia en el hospital y los excelentes resultados están atrayendo cada vez más a los pacientes a donde las hemorroides se pueden tratar sin dolor, confiable y rápido.
Sexo anal y hemorroides: beneficio o daño?
Muchos especialistas procratistas y sexopatólogos indican directamente la conexión entre el sexo anal y la aparición de hemorroides. Por un lado, la experiencia sexual no tradicional conduce a la activación de los músculos del paso trasero, contribuye a su entrenamiento y advierte la apariencia «enfermedad incómoda». Por otro lado, durante el sexo anal, en el caso de los nodos hemorroidales internos, el contacto sexual similar exacerba el patrón de la enfermedad, provoca complicaciones graves y peligrosas, aún no visualizada, y de ninguna manera indica la localización específica donde tratar. La hemorroidea en este caso y en esta etapa aún no se ha asignado una etapa y un grado, pero la manifestación de la enfermedad en forma de molestias de picazón y ardor ya es tangible.
Las consecuencias negativas del sexo anal y las hemorroides, que se localizan en esta zona, pueden convertirse en daños e inflamación de la turbulencia del recto, el desarrollo de procesos inflamatorios agudos y, finalmente, la posibilidad de difundir infecciones urogenitales. Los médicos recomiendan la manifestación de la moderación, y la pausa entre los contactos debe ser al menos una semana, ya que en el curso agudo de la enfermedad, dicha proximidad está contraindicada y con las más mínimas sospechas de complicaciones, se recomienda la apelación inmediata al médico.